¿Casas sostenibles o ecológicas?
By José Delgado
Seguro que más de una vez te habrás topado con alguna galería de fotos de casas con diseños espectaculares, mimetizadas con su entorno y con un interior envidiable… son las casas sostenibles o viviendas ecológicas, construcciones que en los últimos años han cobrado una gran relevancia tanto por su ahorro energético como por su funcionalidad y confort.
Tras la burbuja inmobiliaria de la última década, las viviendas sostenibles o ecológicas se plantean como una alternativa económica y respetuosa con el medioambiente, ya que además de reducir las facturas energéticas, mejoran el confort y su habitabilidad al integrarse de forma natural con el clima y el estilo de vida de sus habitantes. El cambio de mentalidad del sector de la construcción y la coyuntura económica están propiciando el auge de este tipo de construcciones autosuficientes, cuya rentabilidad ya no es tan lejana como podría parecer.
«La sostenibilidad es la parte de la ecología que estudia el equilibrio de una especie con los recursos de su entorno, y en este caso se aplica a la idea de que las viviendas consuman siempre menos energía de la que producen.«
¿Casas sostenibles o ecológicas?
La sostenibilidad es la parte de la ecología que estudia el equilibrio de una especie con los recursos de su entorno, y en este caso se aplica a la idea de que las viviendas consuman siempre menos energía de la que producen. Por esta razón, las casas sostenibles cubren las necesidades de las personas sin sacrificar su demanda futura.
La sostenibilidad es la parte de la ecología que estudia el equilibrio de una especie con los recursos de su entorno, y en este caso se aplica a la idea de que las viviendas consuman siempre menos energía de la que producen. Por esta razón, las casas sostenibles cubren las necesidades de las personas sin sacrificar su demanda futura.
Por otro lado, se consideran construcciones ecológicas aquellas que, tanto su estructura como su construcción, son respetuosas con el espacio y ambiente en el que se encuentran, y realizan un uso eficiente de los recursos durante su vida útil. Y es aquí donde entran las casas sostenibles de arquitectura bioclimática, que se enfocan a la optimización de la energía mediante la adaptación de los edificios a las condiciones climáticas de su entorno (viento, ubicación, vegetación, relieve etc.).
Autoconsumo, eficiencia energética, materiales ecológicos y tecnologías sostenibles son el denominador común de estas construcciones, que si bien pueden ser más caras, su amortización a largo plazo puede suponer un ahorro energético cercano al 70%.
En este caso hablamos de sostenibilidad pasiva, es decir, que la propia fisonomía del edificio está pensada para optimizar el consumo energético aprovechando las características del clima, y si utilizamos equipamiento eficiente y energías renovables, se tratarán de acciones de sostenibilidad activa. Ejemplos de la primera sería la instalación de grandes ventanales bien aislados para aprovechar la mayor luz natural posible durante el día, y de la segunda, la colocación de sistemas fotovoltáicos en la fachada como este.
Ventajas de las casas bioclimáticas
Ahorrar energía no va en detrimento de la calidad de vida, sino en favor de la eficiencia energética y la salud de la vivienda, lo que repercute inevitablemente en unas facturas mucho más reducidas. De esta manera, las casas sostenibles tiene las siguientes ventajas:
- Mejoran el aislamiento térmico y sonoro.
- Optimizan el consumo energético y reducen la contaminación por CO2.
- Aumentan del ahorro energético, incluso permiten la autosuficiencia.
- Mejoran el confort térmico con materiales naturales y reciclados.
- Son respetuosas con el entorno e integran la flora autóctona para regular la temperatura.
- El diseño creativo puede adaptarse a cualquier circunstancia.
Claves de una casa ecológica
El factor principal para las casas sostenibles es la ubicación, ya que determinará su configuración en función de las necesidades climatológicas de los usuarios y los recursos naturales para mantener el fresco en verano y el calor en invierno. La mejor orientación es la norte-sur, para mantener la radiación solar durante todo el día en las estancias más visitadas y la sombra en las habitaciones, para evitar un exceso de calor y generar corrientes cruzadas de aire para mantener una buena ventilación.
Otra de las claves es el efecto invernadero, tan denostado por afectar a nuestro planeta. En las casas sostenibles cumple una función esencial: generar calor. Mediante los cristales de grandes ventanales, las corrientes y la convección del aire por la diferencia de temperatura es posible regular el clima interior de una forma muy eficiente, siempre que se cuenten con buenos muros aislantes de mayor grosor.
Por último, en cuanto a los materiales de construcción de casas sostenibles, lo recomendables es que sean lo más naturales posible, ya que facilitan la transpiración y aíslan mejor el ruido, aunque también se pueden utilizar plásticos reciclados para paredes divisorias o muros de carga.
Un botijo para regular la temperatura
Parece broma, pero no. El funcionamiento térmico del botijo es tan eficiente que ha inspirado a estudiantes de universidades de Andalucía para desarrollar una vivienda sostenible que autorregula su temperatura de forma similar a la pieza cerámica. En el siguiente vídeo puedes ver cómo lo consiguieron:
Como hemos visto, las casas sostenibles son una muy buena opción para ser eficientes energéticamente, mientras que mejoramos nuestro confort en un entorno envidiablemente saludable. Sin embargo, hay que ser conscientes de que la tecnología nos ha acostumbrado a simplificar ciertos comportamientos en el hogar que deben cambiar, para poder adaptarnos a las nuevas circunstancias y aprovechar al máximo nuestro nuevo hogar ecológico.
Así que para acabar, os dejamos con una galería de casas sostenibles y ecológicas para que os hagáis una idea de las posibilidades que ofrecen.
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